30 May Cómo influyen los estilos de comunicación en la conducción
Cuando realizamos maniobras como adelantar, ceder el paso o cambiarnos de carril estamos interactuando con otros conductores. Por ello, los pensamientos, emociones o comportamientos que mostramos cuando nos comunicamos afectarán a nuestra conducción
Existen tres estilos comunicativos: inhibido, agresivo y asertivo.
En un estilo comunicativo inhibido buscamos evitar el conflicto y no molestar a la otra persona. Para ello, no expresamos lo que sentimos, no pedimos lo que necesitamos y no decimos «no»; y en caso de hacerlo aparece inseguridad y culpa. En conclusión, no se respetan nuestros derechos. Un conductor con estilo inhibido duda a la hora de realizar ciertas maniobras por temor a molestar, se siente culpable si recibe alguna crítica y si tiene que hablar con otro conductor está tenso y nervioso.
Existen tres estilos de comunicación en la conducción: inhibido, agresivo y asertivo
En un estilo comunicativo agresivo empleamos la coacción, manipulación u hostilidad para imponernos, sin respetar los derechos de los demás. Como consecuencia, se producen emociones intensas en nosotros mismos y en las demás personas (descontrol, enfado, frustración…) y las relaciones interpersonales se ven perjudicadas. Un conductor agresivo insulta, amenaza, no respeta al otro, está tenso y con enfado generalizado y se autovalora como débil si no se muestra de esta manera.
Hemos aprendido a comunicarnos de una determinada manera en diferentes tipos de situaciones
Finalmente, en el estilo comunicativo asertivo expresamos de manera directa y positiva nuestras opiniones, creencias, sentimientos y deseos. El objetivo principal es la comunicación y el respeto, tanto de nuestros derechos como de los de la otra persona. Un conductor asertivo se muestra seguro, valora si una crítica es razonable o no, acepta el error, conserva su respeto y dignidad, muestra empatía y conoce sus derechos asertivos.
No somos “agresivos”, “inhibidos” o “asertivos”, sino que hemos aprendido a comunicarnos de una determinada manera en determinadas situaciones (por ejemplo, podemos comportarnos de manera asertiva en unas situaciones e inhibida en otras).
Comunicarte de manera asertiva puede ser complicado pero conlleva numerosas ventajas. Además, mediante la práctica se pueden adquirir y mejorar las habilidades asertivas. Desde Frena tu miedo te ayudamos.
Artículo elaborado por Sonia Rojas y Paula Montero.
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